13 mil funcionarios serán incorporados al sistema público de salud para reforzar nuestras dotaciones

  • Con esta medida se duplicará la capacidad instalada de camas UCI previo a la pandemia y también será posible crecer en Unidades de Cuidados Intermedios. En tanto, en O’Higgins se duplicará capacidad de camas críticas.

 

Desde antes de la notificación del primer caso COVID-19 en marzo de 2020, la Subsecretaría de Redes Asistenciales puso en marcha un plan estratégico de coordinación con los Servicios de Salud y de Atención Primaria del país. Este plan incluyó la incorporación de nuevos recursos y la contratación anticipada de una gran cantidad de personas para crear las condiciones que permitieran adaptar la estructura del sistema de salud a las distintas estrategias que se pretendían implementar: aumento y complejización de camas críticas, atención remota, acercamiento de fármacos a la comunidad, hospitalización domiciliaria, diferenciación de flujos de urgencia, entre otras.

En este contexto, uno de los mayores desafíos enfrentados fue la habilitación de nuevas camas críticas, lo que trajo aparejado adecuaciones de infraestructura, equipamiento y de los equipos clínicos para la estabilización y rehabilitación de la salud del paciente. La red de salud se fue adaptando y respondiendo adecuadamente a los mayores requerimientos de la pandemia.

En los momentos más críticos, en los meses de junio y julio de 2021, cuando existieron más de 40 mil casos activos y más de 4 mil pacientes hospitalizados, se contrataron 32 mil personas adicionales para dar satisfacción a las distintas estrategias que se implementaron. Hoy día el escenario es distinto. Tenemos 4 mil casos activos y 1.903 pacientes hospitalizados en una Unidad de Cuidados intensivos, de los cuales sólo 374 son pacientes COVID-19, por lo cual se requiere ajustar las estrategias de acuerdo con la realidad territorial de cada Servicio de Salud. Evidentemente que, si esta situación cambiara, se volverá a reforzar y reactivar todas aquellas iniciativas que sean necesarias para enfrentarla.

Estos ajustes consideran un nuevo estándar de camas críticas para la red, pasando de 640 camas UCI en el período previo a la pandemia, a un nuevo estándar de 1.160 camas de manera permanente, situación que nos acerca a los mejores índices internacionales. Es decir, no estamos desmantelando el sistema público de salud, sino por el contrario, estamos duplicando la capacidad de camas críticas de la red. Para ello, se deberá mantener el equipo humano necesario para dar respuesta a los requerimientos actuales y al escenario propuesto. Estos recursos serán incluidos en el presupuesto de salud del año 2022.

Esta estrategia y las otras que se pretenden implementar, significará un aumento de la nueva dotación cercana a las 13 mil personas, las cuales vienen a reforzar nuestra Red Asistencial. Con esta medida se duplicará la capacidad instalada de camas UCI previo a la pandemia y también será posible crecer en unidades de cuidados intermedios. Por tanto, lejos de debilitar el sistema de salud, éste se refuerza.

En cuanto a la Atención Primaria de Salud, se han adoptado medidas para descomprimir la carga laboral de los equipos. En este sentido, cada Seremi de Salud se encargará de la trazabilidad y seguimiento de los casos de coronavirus, de modo que todo el personal de salud primaria se pueda abocar a su trabajo habitual, dedicarse a la implementación del Plan Nacional de Vacunación y a la atención de aquellos pacientes que habían visto postergada su atención producto de la pandemia.

Realidad local

Estas buenas noticias, anunciadas por la Subsecretaría de Redes Asistenciales, fueron valoradas por el Servicio de Salud O’Higgins, donde la disminución de los contagios de Covid ha significado una disminución de las hospitalizaciones de pacientes graves, siendo ello determinante para que los hospitales de la red asistencial de O’Higgins comiencen a retomar muchas de las actividades que realizaban previa a la pandemia, en especial la reducción de las listas de espera.

Al respecto, el subdirector médico (s) del Servicio de Salud, doctor Esteban San Martín indicó que “gracias a la disminución de la demanda de hospitalización de pacientes Covid se ha logrado reconvertir la capacidad hospitalaria, permitiendo avanzar hacia la recuperación la capacidad de atención previa a la pandemia, lo que implica desescalar camas críticas liberando áreas hospitalarias, para retomar las funciones pre pandemia y esto a su vez ha obligado a evaluar la pertinencia de mantener los refuerzos que se necesitaron durante los momentos más críticos de la pandemia”.

“Los hospitales -precisó- debieron aumentar la complejidad de las camas durante la pandemia, en particular en los meses de junio y julio en que se llegó a tener en el ámbito público 151 camas ventiladas, que quintuplicaron la dotación previa a la pandemia que era de 29 camas críticas ventiladas. Eso implicó la contratación de una mayor cantidad de funcionarios para entregar la atención requerida, pero también se debió fortalecer a los hospitales más pequeños que aumentaron su oferta de camas medias, para una adecuada atención de los pacientes COVID”, por eso al desescalar las camas ha comenzado a producirse también una reducción del personal de apoyo que fue contratado por un período acotado”.

Sin embargo, el doctor San Martín valoró que el Ministerio de Salud duplicará la capacidad de camas críticas de la región que existían previas a la pandemia para el 2022 de manera permanente “lo que constituye una excelente noticia, tanto para la comunidad como para la red hospitalaria, como para los funcionarios que, estando contratados en forma transitoria con recursos para enfrentar la pandemia, tendrán ahora la posibilidad de optar a un cargo permanente para enfrentar estos nuevos desafíos”.

Añadió finalmente que “con este aumento de camas críticas en el sector público, pasaremos de haber tenido antes de la pandemia 29 camas a 60 camas UCI, y ellas serán distribuidas en la red asistencial por el director del Servicio de Salud”